¿Qué es un Benchmarking y para qué sirve?
El Benchmarking es más que una comparación, un proceso de imitación o un método para ponernos al día. El Benchmarking es parte integral del proceso de mejora de la organización en su conjunto, y no supone un proyecto independiente que deba llevarse a cabo.
El Benchmarking no se reduce únicamente a evaluar si algunos conceptos o productos son semejantes o no, sino que puede aplicarse a estrategias, métodos de trabajo y procesos.
Según Robert Camp, es una comparación que puede hacer una organización o empresa dentro o fuera de ella y dentro o fuera del sector. Además del proceso de gestión de cambio, brinda una oportunidad para la innovación y la creatividad, y finalmente un proceso continuo de mejora de estrategias, practicas, procesos, servicios o productos.
El Benchmarking permite la comparación con el mejor, analizar cualquier proceso crítico de una organización. “El mejor” se define como un modelo de excelencia en el área elegida para mejorar y el Benchmarking se utiliza para encontrar a los mejores dentro o fuera de la organización.
El Benchmarking es el resultado de una serie de actividades de manera sistemática y continua con el objeto de:
-Identificar puntos de referencia.
-Compararse con ellos.
-Identificar e implantar mejores prácticas para convertirse en “el mejor”.
Objetivos del Benchmarking:
-Mejora de procesos de negocio.
-Reducción de costos.
-Incrementar la disponibilidad / tiempo útil de la instalación y su fiabilidad.
-Medir, monitorizar, mejorar la satisfacción de los clientes, de los empleados y de la sociedad.
Tipos de Benchmarking:
Este se puede clasificar dependiendo del tipo de socio seleccionado. En la mayoría de los casos, el Benchmarking beneficia a ambas partes, se trata de fomentar una sana cooperación, ya que cualquier organización tiene algo que aprender y algo que enseñar.
Tipos de Benchmarking:
Interno: Se analizan las funciones u operaciones internas similares realizadas por diferentes áreas de una misma organización. En este tipo se supone una práctica segura y económica antes de aventurarse al externo, fomentando una cultura de cooperación. Se suele emplear en organizaciones grandes, como multinacionales o entidades públicas. Nos sirve para conocer nuestras debilidades y fortalezas.
Externo: Consiste en la comparación entre actividades funcionales, incluso en sectores distintos. Los estudios de Benchmarking que se llevan a cabo suelen ser funcionales o competitivos.
El Benchmarking Funcional es donde se realiza la comparación de una empresa con otra similar del sector, no competidora, que resulte digna de copiar.
La búsqueda en este tipo de Bench no está restringida a una aplicación sino a un método o práctica dentro de un proceso que se pueda adaptar a un proceso específico.
Se puede ejemplificar con Xerox que ha trabajado con empresas como American Express (proceso de facturación y cobro) Florida Power and Light (proceso de calidad) etc.
Asimismo, en el Benchmarking Externo Competitivo se hace el análisis de productos, servicios o procesos de la competencia. Es común comparar las prácticas y/o procesos de negocios entre unos y otros. Esto obliga a que se establezca un código de conducta que fije unas reglas para llevarlo a cabo. Hoy en día, en algunas empresas ha llegado a ser una práctica común, conociendo este proceso como Consorcio de Benchmarking, es decir un grupo de competidores que comparan indicadores clave de rendimiento relativos a varios procesos de negocio. Por lo regular lo establece un consultor externo.